Navardia Blanco

La variedad Sauvignon Blanc se recolecta a finales de agosto o principios de septiembre y la Garnacha Blanca, una de las variedades autóctonas de mejor adaptación al clima seco y caluroso del sur de la denominación y de ciclo vegetativo más largo, se vendimia a finales de septiembre o comienzos de octubre. Ambas se recogen en su momento óptimo de maduración aprovechando las horas del día de menor temperatura. El mosto se extrae tras una maceración en frío previa junto con los hollejos y se lleva a fermentar en depósitos de acero inoxidable.

La temperatura de fermentación ronda en torno a los 11ºC consiguiendo de esta forma mantener todos los caracteres aromáticos frutales naturales de la uva. Tras la fermentación alcohólica, se hace una maceración prolongada con las lías finas.

FASE VISUAL: Color amarillo pálido con destellos verdosos.

FASE OLFATIVA: Posee un aroma intenso y atractivo que recuerda a fruta tropical, piña, mango y maracuyá.

FASE GUSTATIVA: Entrada fresca, con sabroso paso por boca. Es intenso con ligera sensación ácida y dulce al mismo tiempo. Elegante en la vía retro nasal, se muestra fácil de tomar por su agradable frescura y acidez natural propia
de Sauvignon Blanc. La Garnacha Blanca aporta cremosidad y volumen, con una sensación glicérica muy agradable.

Ideal para combinar productos marinos con verduras. Las cigalas, gambas, almejas, chipirones…, maridan a la perfección con la acidez frutal que aporta la Sauvignon Blanc, en tanto que el acompañamiento de verduras de sensaciones cremosas (calabacín, berenjena o setas de cultivo) nos darán platos más redondos en perfecta armonía con la glicerina de la Garnacha Blanca.